viernes, 30 de septiembre de 2011

I'm a superwoman

Porque, en un instante, es como ese momento en que el columpio se balancea y te encuentras en el punto más alto, rozando las nubes con la punta de la nariz. Ese momento en el que no eres consciente de que no puedes volar, en el que te crees el dueño del mundo, ese momento en el que sientes algo especiial en la boca del estómago.

Entonces, me viene esa sensación y, sin pensar, me lanzo. Me lanzo y digo que sí.
Porque, aunque no me guste nada, sabes que yo siempre acabaré diciendo que sí; aunque sólo sea para volver a disfrutar de tu tierna sonrisa.

martes, 20 de septiembre de 2011

Voy a morir de amor

Cuando nací,tras muchos estudios de los médicos, mi madre estuvo semanas llorando y mi padre no volvió a sonreír en todo un mes. Habían recibido la peor de las noticias: su hija estaba enferma. Tenía el corazón débil, demasiado enreversado o algo así dijeron.
Desde aquel momento, tengo necesidades especiales. Todos los días necesito recibir mi cóctel de medicinas:besos por todas partes, abrazos en cualquier lugar, sonrisas que alumbren las noches, miradas de amor penetrantes, caricias de las que borran problemas,canciones bonitas, risas de las que recorren toda la columna y se posan en el hipotálamo...
Normalmente, todo va bien, no existe ningún riesgo. Pero,a veces,los problemas se enredan en la válvula que mi corazón tiene demasiado pequeña y el amor impide el paso de la sangre con fluidez.
Ahora mismo tengo una de mis crisis y, en esta ocasión, no puedo recibir la medicina adecuada. Porque sólo la tienes tú y no soy capaz de pedírtela.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Todas las despedidas duelen

Un fantasma que se evapora, haciéndome cosquillas en la cara y rozándome al pasar.
Un verano efímero que me deja con un sabor dulzón de boca y la tristeza pintada en mi mirada. El mar que me llama a gritos, buscando a su sirena enloquecidamente.
El sol que me hace un gesto de despedida y me promete que volverá.
Esos días tan largos, cómplices de mis planes kamikazes, que desaparecen de repente sin decir nada.
La luna que me contempla tranquila en la noche oscura, rodeada de estrellas brillantes.
Tus labios que dejan de rozar mi piel y se quedan sellados para siempre.
Tus ojos que ya no juegan con los míos y van a parar al suelo o a tus zapatos.
Tus manos que ya no se enredan en mi cintura ni en mi pelo y se limitan a encerrarse en los bolsillos de tus vaqueros desgastados.
Tu sonrisa que ya no lleva mi nombre y que no se deja ver nunca.
Mis lágrimas saladas que han vuelto a pasearse tranquilas por mi cara.
Pero sobre todo, lo que más duele, es ese amor loco de verano que se va para no volver jamás.